Nunca adquieras un animal silvestre como mascota. Por más cariño y cuidado que le proporciones en casa, nunca podrás garantizarle las condiciones que estos animales encuentran en su ambiente natural para sobrevivir, además de imposibilitarle su reproducción, limitarle su alimentación, ocasionarles stress y hasta ocasionarle la muerte. Debemos dejar vivir a los animales silvestres en libertad.
jueves, 1 de abril de 2010
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